viernes, 27 de diciembre de 2013

El anciano, la niña y el Asno.

La derecha, a través de sus medios de comunicación, aplica a los sindicatos la fábula del viejo, la niña y el asno, que dice:

Iban un viejo, una niña y un asno andando por un camino, al pasar por un pueblo la gente que los veía andando a los tres decía "vaya tontos, los dos andando y el asno de vacío". Cuando pasaron el pueblo la niña le dijo al viejo, "mire usted, mejor se sube al asno y yo sigo caminando", así lo hicieron. Al pasar por el siguiente pueblo la gente al verlo decía "vaya sinvergüenza el tío, el tan cómodo y la pobre niña andando". Esta vez fue el anciano el que dijo, "hija, sube tu a la mula que no quiero que piensen así". Por el siguiente pueblo esta vez se escuchó, "¡Vaya niña mal educada! el pobre anciano caminando y ella tan tranquila". Así que al salir la solución pareció clara, ambos irían montados. Entonces en el siguiente pueblo escucharon "pobre asno, menudos dueños malos tiene,¡maltratadores! Es un escándalo que vayan los dos montados". 

Hicieran lo que hicieran se les iba a criticar, pues bien, esa es la táctica de la derecha con los sindicatos y con los y las sindicalistas. 

Si quienes formamos el sindicato no decimos nada, permaneciendo en silencio ante las noticias donde se acusa al sindicato de corrupción, en vez de a las personas culpables como hacen cuando es la suya propia, entonces las noticias dirán que toda la estructura está podrida, que todos/as somos cómplices de una ejecutiva corrupta, que nos han comprado. Si, por el contrario, levantamos la voz y nos ponemos en pie para echar a quienes se hayan corrompido, entonces dicen que lo que queremos es quitarlos para ponernos nosotros/as, que es oportunismo, que es una forma de llegar al poder para hacer lo mismo. Supongo que se puede aplicar aquella frase de que se cree el ladrón que todos son de su condición, puesto que no pueden entender que se hagan las cosas sin un beneficio propio, por altruismo.

Como el anciano y la niña hagamos lo que hagamos ellos dirán que está mal, aunque en este caso tiene una intención clara, la de atacar al sindicato y al sindicalismo para eliminarlo. Porque les estorba, pero presisamente quienes de verdad les molestan somos nosotros y nosotras, el sindicalismo de base, que no nos vendemos, que en las empresas denunciamos las injusticias, que protegemos a la clase trabajadora. Incluso preferirán dejar de atacar al sindicato, para atacarnos a nosotros/as si acaso. Su fin último, no lo olvidemos, es acabar con el sindicalismo.

Por ello, compañeros y compañeras, no les hagamos caso, simplemente hay que actuar con el corazón, que está en la izquierda, ser coherentes con lo que se piensa y seguir en la lucha.

1 comentario:

  1. El corazón esta a la izquierda y la sangre es roja. Hemos de hacer lo que debemos hacer, y a las malintencionadas opiniones de la derecha,... que le den.

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