miércoles, 22 de enero de 2014

El sindicalista: un trabajador más.

La desconexión completa de algunos delegados sindicales de sus centros de trabajo es uno de los males endémicos de los grandes sindicatos de clase.

Una vez elegidos (elección fruto de la confianza que sus compañeros y compañeras han depositado en unas elecciones sindicales), los delegados sindicales no pueden desaparecer por arte de liberación de sus centros de trabajo.

Las liberaciones completas (y no hablemos ya de las institucionales que tanto abundan en las administraciones públicas) que desvinculan al sindicalista de su centro de trabajo provocan la aparición de una nueva casta laboral: ya no solamente se distingue al trabajador asalariado del empresario, sino que surge la figura del sindicalista como un ente diferenciado, con distintas preocupaciones que el currito que asiste a su puesto de trabajo diariamente sin rechistar.

Evidentemente, el trabajo para el sindicato fuera de la propia empresa debe existir, para facilitar que en empresas donde la libertad sindical brilla por su ausencia se pueda desarrollar un frente de batalla que mejore las condiciones de los trabajadores con derechos secuestrados. Pero eso jamás debe convertirse en un obstáculo para que el sindicalista siga siendo un trabajador más en su empresa, sufriendo los mismos horarios y las mismas condiciones laborales que el resto de sus compañeros. Esa es la única manera de que los trabajadores se sientan representados.

El modelo sindical es una clave más que debe abrirse al debate de la sociedad, y la organización de UGT debe hacerlo también internamente con sus afiliados, si es que quiere volver a ser un referente de lucha social y a recuperar el prestigio, tan debilitado ahora.

4 comentarios:

  1. Yo sigo en mis trece compañeros, para acabar con esta dictadura que se a anclado en el poder montaria una marcha de afiliados y compañeros críticos con el lema DEVOLVERNOS NUESTRO SINDICATO, ya es hora de acabar con esto, desde dentro es imposible, el sindicato es de todos no de ellos, todo los días no están machacado ya es hora del fin de Antonio Tirado de Ferrer y demás camarilla, devolvernos el Sindicato.

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  2. El desempoderamiento de los delegados electos en las empresas tambien ha formado parte de la funesta estrategia de la organizacion sindical,hasta el punto de que casi han conseguido que olviden que ellos y sus estructuras sindicales en los centros de trabajo son las escorrentias que juntas forman el afluente y más tarde el caudal fuerte de la organizacion sindical es la UGT de siempre.-Solo les preocupa cuantitativamente.NO compañero la conexion la premian siempre que sea hacia las estructuras de poder.-

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    1. Así es, la única preocupación verdadera que ha tenido la organización es el número de delegados obtenidos, y no su verdadera identidad con el sindicato y su papel.

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  3. Sin revolución no habrá cambios, a la calle ya a que nos lo devuelvan.

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